Los programas de detección y reparación de fugas (LDAR) tienen por objeto reducir las emisiones fugitivas de compuestos orgánicos volátiles (COV), lo que tiene como resultado una disminución de los riesgos laborales y del desperdicio. Más concretamente, los objetivos de estos programas son: determinar las emisiones difusas o fugitivas de compuestos orgánicos; reducir al mínimo los episodios de emisión de olores; reducir el riesgo de explosión por emisiones de compuestos orgánicos; reducir el desperdicio de materias primas o productos.
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